Amor y agua en Emir Kusturica, por Guillermo Barcala

El tiempo de los gitanos 

Si algo es reconocible en la obra del director serbio son esos elementos repetidos en cada film y que conforman una estética propia. Aún siendo muchos, en este caso pondremos la vista en la presencia del agua en sus múltiples formas y en cómo éste es el lugar en el que se da el romance, el elemento que delata la carga sentimental existente entre los personajes.

Y es que, aún sabiendo que las influencias de Kusturica van desde Fellini a la Nueva Ola Checoslovaca, en este caso muestra el peso que tiene L’ Atalante en su obra, como lo tendría en la Nouvelle Vague. En el film de Jean Vigo la mujer recién casada, interpretada por Dita Parlo, señalará que cuando miras en el agua ves la figura de aquella persona de la que estás enamorado. El protagonista masculino no prestará demasiada atención a todo ello, hasta que, en un momento de desesperación por la separación de ambos, observará la figura de ella en la profundidad del mar.

Esta figura la vemos replicada con exactitud en el film que le valió su segunda Palma de Oro a Kusturica, Underground. Aquí, Selena, la novia que celebra su boda dentro de la cueva, se suicidará en un pozo tras pensar que ha perdido a Jovan, su marido. Él, por su parte, una vez se encuentra fuera del mundo que ha conocido siempre y  sobrepasado por el desconcierto que le ha generado el exterior también acabará con su vida ahogándose en el río y cayendo en los brazos de la imagen de su amada, como si de L’ Atalante se tratase. Además, en esta película, tanto Petar tras acabar por accidente con la vida de sus compañeros, Marko y Natalija, como el resto de personajes, aparece transitando por ese mismo río hacia una tierra que han amado y han perdido, donde quedaron sus sueños y amores. 

Hay, además, a lo largo de toda su filmografía momentos de un descubrimiento romántico-sexual que tienen lugar tanto en distintos medios acuáticos como momentos vitales. Así, en Papá está en viaje de negocios, vemos como el pequeño Malik desde una posición de cada vez menos inocencia se encuentra frente a frente con su amiga Masa en la bañera. Perhan y Azra, en El tiempo de los gitanos, vivirán ese descubrimiento del otro en una ceremonia con toques oníricos dentro del río cercano a su pueblo durante la gran celebración del día de San Jorge (Ederlezi), en una comunión de los demás elementos con el agua. Es este agua el único lugar que a ambos les proporcionará un hogar para su amor, pues como verá la abuela de Perhan en esta misma escena, posteriormente y ya alejados del río, la desdicha cubrirá toda su vida. En un contexto vital más adulto, en La vida es un milagro, Luka y Sabaha, en la encarnación de unos Romeo y Julieta serbio y bosnia tendrán ese momento de descubrimiento y de cariño en medio del conflicto bajo la corriente de una cascada. 

Este último caso, verá el agua tanto como el lugar donde dar rienda suelta a sus deseos como el medio que evidencia la imposibilidad de su amor. El agua es el lugar que ha de funcionar como frontera que al tratar de ser cruzado supondrá el principio de una forzosa separación. El río como elemento narrativo también tiene su peso en la cinta más cómica del director, Gato negro, Gato blanco, presentando el Danubio como aquel lugar que nace en una Europa rica y que lleva sus deshechos a una Europa del Este empobrecida, que vive de estas sobras. Es por ello, que aún así, supondrá una escapatoria para el romance de los jóvenes Ida y Zare, cambiando el destino que les habría tocado vivir de haber continuado en su pequeño pueblo. Ambos, además, tienen un primer intercambio de palabras en este río, dentro de un flotador, tan estrecho como el mundo que les cerca. 


Papá está en viaje de negocios

El agua en forma de lluvia, es sobradamente reconocido como un elemento dramático cada vez que aparece en un film a la hora de aclimatar una escena. En la filmografía de Kusturica, este clima desapacible anunciará la tormenta que llega a la vida romántica de sus personajes. Podemos fijarnos cómo en ¿Te acuerdas de Dolly Bell?, Dino se expone a una lluvia que le cala hasta los huesos ante la visión de un romance fallido, en El sueño de Arizona como el momento previo al cambio de interés romántico de Axel o, de vuelta a El tiempo de los gitanos, cómo bajo esta lluvia la familia de Perhan pierde su casa, hecho que lo empujará a separarse cada vez más de Azra. 

Y es que el agua no siempre es símbolo de un amor que saldrá bien, o de la alegría que supuestamente  siempre le acompaña. A veces podemos verlo como algo más trivial, como en La vida es un milagro donde durante la fiesta que celebran por el fichaje de Milos por el Partizan de Belgrado, Jadranka, su madre, es víctima de una broma de unos niños pequeños. Tanto ella como el cantante de la banda itinerante que está al frente de la celebración son salpicados por un cubo lleno de agua que los empujará a acercarse un poco más, favoreciendo su posterior huida. Además, como pasará en Papá está en viaje de negocios, aparecerá en forma de corriente de un débil grifo que terminará por evidenciar la pérdida de fuerza del amor del matrimonio de Mesa y Sena. A pesar de que su propósito inicial fuese disimular con su ruido sus intentos de mantener relaciones sexuales, la escena acaba con una Sena que mira entre lágrimas ese grifo que quizá también disimula el distanciamiento que vive su matrimonio, unido y a la vez separado en una pequeña cama por su hijo. 


Underground

Aún así, el agua con su componente dramático, función que cumple en En la vía láctea, también se presenta como un horizonte optimista. Y es que, aún siendo que en la cinta se presenta como un pozo con su evidente falta de escapatorias, es el único lugar en el que se pueden refugiar Kosta y "La novia". Es frente a un lago donde ve que su historia juntos vive su momento final y donde él tomará su determinación vital. Será ese lago, presente en sus ensoñaciones de una anhelada vida juntos, lo que tratará de proteger el resto de sus días, como el hogar de un amor que debió ser.


©Guillermo Barcala, 2023

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